sábado, 27 de junio de 2009

FREDERIK POHL - Pórtico, 2006 (1977).



Esta es una de esas novelas que nadie con un mínimo gusto por la CF se puede perder. Veréis por qué. Pórtico está articulada en dos pilares narrativos que se entrecruzan. De esta manera, Pohl combina la CF hard y la soft de forma aparente, mientras que en cada pilar utiliza la tecnología y la psicología. Las referencias científicas son en buena medida fantasiosas, en cuanto lo que no tiene explicación científica real Pohl lo atribuye sin más a la civilización Heechee, la alienígena. La psicología, en cambio, es de corte freudiano. Aquí no hay fantasía posible porque juega con las emociones humanas más básicas y tópicas: el sexo y su vínculo con la falta de amor materno, lo que genera

domingo, 21 de junio de 2009

JACK VANCE - Estación de Abercrombie, 1977 (1976).



Tenía ganas de aventura, y decidí leer algo de space opera, pero space opera de calidad. Rebusqué y me quedé con dos: Vance, y Pascual Enguídanos vestido de George H. White. Indagando en la internet di con una librería en Madrid especializada en libros de CF; de segunda mano, por supuesto. Hice mi excursión matutina, sabadera, y me encontré con que aquello era un caos. Los libros estaban envueltos en plástico, lo que les preservaba de los curiosos como yo, pero que me impedía ver si le faltaban páginas, estaba mal cortado, si la letra era liliputiense o el traductor estuvo de parranda aquellos días. Tampoco estaban ordenados alfabéticamente, un error que convierte siempre la

domingo, 14 de junio de 2009

ROBERT A. HEINLEIN - Tropas del espacio (1959), 1998.


Esta novela arrastra dos desgracias. La primera es que Carlos Fabretti –el mismo que justificó el atentado del 11-S y ha apoyado a Iniciativa Internacionalista, la última franquicia proetarra- llamara “fascista” a Heinlein. La repetición de esta típica consigna estalinista de los años cincuenta y sesenta ha contaminado una obra maestra; claro que sólo en Europa, donde el antiamericanismo es una patología muy arraigada. La otra desgracia es que Paul Verhoeven utilizara el título de Heinlein para una de sus películas, con las secuelas correspondientes; sin embargo, como filmes de serie B no están nada mal y, además, cuenta con la banda sonora del competente Basil Poledouris –Conan-.

domingo, 7 de junio de 2009

ROGER ZELAZNY - Tú, el inmortal , 1977 (1966).



Este es, probablemente, uno de los libros más tontos que he leído en mi vida. Debí figurármelo cuando en las primeras líneas leí “He dejado las pezuñas y los cuernos en la Oficina” y no se trataba de una broma. En mi descargo he de alegar que al indagar sobre la vida de Zelazny antes de leer Tú, el inmortal encontré pistas halagüeñas, como que le llamó Philip K. Dick para terminar Deus Irae, una novela que, claro, me lancé a buscar. Esa, y El señor de la luz. Es más, en algunas páginas web le presentan como uno de los estandartes de la New Wave, lo que no me llama, pero tal estatus le otorgaba a priori cierta calidad y originalidad; dentro de lo que cabe, evidentemente. Y no sólo eso: había sido agraciado con un premio Nébula, el de 1966, y fue finalista del Hugo ese mismo año. Todo indicaba que era una de esas novelas que había que leer. Bueno, pues no me ha gustado. Alguno pensará: “Éste no la ha entendido”. Oye, que Zelazny no es Kierkegaard.

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